lunes, 6 de agosto de 2012

Limpieza del aerógrafo

Ahora que ya sabemos los diferentes aerógrafos y compresores que existen, además de donde procede esta herramienta. Lo más importante que tenemos que saber es como limpiarlo.

Si hay algo que puede estropear un aerógrafo, aparte de los golpes, es el echo de no limpiarlo de manera adecuada. Una correcta y completa limpieza es imprescindible para el buen funcionamiento de esta herramienta.

Es imprescindible una limpieza del aerógrafo cada vez que hay un fuerte cambio de color. Por ejemplo, si tenemos azul en el deposito y necesitamos utilizar amarillo. Pero no es necesario cuando vamos a cambiar de tonalidad únicamente. Por ejemplo, si utilizamos un gris oscuro y pasamos a un gris medio. Aunque si es recomendable vaciar el deposito y llenarlo con agua para expulsar el máximo color posible.

A diferencia de lo que muchos creen, no es necesario desmontar el aerógrafo entero para limpiarlo. Los pasos a seguir para la limpieza son los siguientes:
  1. Eliminamos al completo el color almacenado en el deposito del aerógrafo. Esto se puede hacer en un papel que no sirva, un trapo o un recipiente. Personalmente utilizo una botella de agua de 2 litros (vacía evidentemente).
  2. Introducimos el aerógrafo en un recipiente con agua limpia para que el color se vaya desprendiendo del interior.
  3. Llenamos el deposito con agua limpia y "pintamos" con el aerógrafo. Esto se hace para que el juego de ida y vuelta de la aguja arrastre los restos de pintura.
  4. Aunque parezca que el aerógrafo esta limpio, introduciremos un poco de alcohol de farmacia y frotaremos con un pincel de cerda para terminar de limpiar perfectamente el deposito y el cabezal.
  5. De nuevo accionamos el aerógrafo y una vez el liquido sale limpio, podremos considerar que el aerógrafo esta impoluto.

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